Acrílicos

Las pinturas acrílicas son colores artificiales de dispersión solubles en agua que secan formando películas resistentes al agua y se los conoce desde el año 1950.
Pintar con acrílicos tiene un aspecto que lo hace determinante: su secado rápido, que lo diferencia totalmente de la pintura al óleo. Es muy práctica para los trabajos que requieran efecto inmediato.
Esta característica de secado rápido puede resolverse satisfactoriamente cuando se ha adquirido maestría con la acuarela, que también requiere velocidad.
He pintado mucho con pinturas acrílicas desde temas que van del figurativo al expresionista y gestual y puedo decir que me hace pasar muy buenos momentos en el estudio.
En la naturaleza, dada su velocidad de secado, sobre todo en estaciones cálidas, he realizado trabajos a mano desnuda: sin pinceles o espátulas, con resultados también satisfactorios.
Es un producto versátil que he utilizado en cuadros, objetos, decoraciones y murales y, cuando es bueno, los resultados tienen buena resistencia al paso del tiempo y a la intemperie, si se los trata adecuadamente.
En ocasiones diluyo las pinturas acrílicas en agua lo suficiente para lograr efectos que semejan a las acuarelas. También las uso buscando efectos con fondos tratados, por ejemplo, con polvo de mármol y arenas alcanzando densidades interesantes.

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Elorriaga Zubiagirre

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